lunes, 4 de abril de 2022

Masacre turén o la masacre de Choro

Monumentos a los caídos en Turen
El 29 de septiembre de  año 1952, un grupo de alrededor de ochenta campesinos molestos por el  desalojo  de sus tierras y la denegación de créditos,  atacaron y tomaron el telégrafo, la policía ,
 Prefectura y el puesto de la Guardia Nacional ,  armados con fusiles y revólveres, 
en el asalto del puesto militar tiene un saldo de un  fallecidos castrense, los alzados capturan el armamento y a los efectivos militares.

 
Perez Jimenez
Inmediatamente 
la reacción del gobierno nacional no se hizo esperar, una compañía de la Guardia Nacional proveniente de Barquisimeto llegó a la localidad y procedió a disparar contra las viviendas, con la ayuda de la Aviación. se calcula alrededor de cien muertos, incluyendo a Rufino Mendoza, el líder campesino comunista, quien habría sido fusilado, además de más de doscientos heridos y quinientos detenidos. También describe que los sobrevivientes fueron detenidos, incluyendo a hombres, mujeres, y niños, y trasladados a las cárceles de Acarigua, Barquisimeto y Valencia, donde fueron sometidos a torturas

Aunque al mismo tiempo que se desarrollaba esta sublevación, tenían lugar alzamientos en el sector Boca de Río, estado Aragua y en Maturín, estado Monagas. lo que hace presumir que fue una acción coordinada, mo se puede discutir que el alzamiento tenía profunda raíz social por la crisis provocada por el mismo gobierno al querer desplazar a los lugareños  para ubicar a inmigrantes europeos.

Crónica de Raúl Aranguren. 

Un importante testimonio histórico lo realizó el músico Raúl 
Raúl Aranguren 
Aranguren el cual lo tituló "Lo que vi, lo que me contaron y lo que me pasó con motivo del alzamiento ocurrido en Turén el 29 de septiembre de 1952"......“Para la fecha en que se produjeron los acontecimientos de rebeldía de los habitantes de Turén en contra del régimen imperante en la Nación ( 29-9.1952), era yo Secretario del Juzgado del Distrito Turén. Mi jefe era Don Domingo Vizcaya, Juez desde hacía muchos años antes. El Prefecto Pausides Sierra León. La Unidad Agrícola de Turén, empezando a florecer, era dirigida por el Capitán (r) Pausides Sierra León. Yo residía en la calle Peñalver entre avenidas Sucre e Independencia, mi esposa Carmen Torrealba, en avanzado estado de gravidez, a eso de las seis y media de la mañana del referido día, se acercó a la cama y me dijo: “ Las calles están llenas de gente armada, parece que tumbaron el Gobierno. Levántate…” Enseguida 
Carlos jose Escalona Muñoz Militar 
 de servicio en el puesto de la Guardia
 Nacional durante el Alzamiento 
me levanté, fui a la ventana y vi que en realidad sí había un movimiento de gente en la calle. Me lavé y fui a abrir la puerta y al hacerlo, frente a mi casa se detuvo un jeep rojo y su conductor era Juan Rondón. En este carro venían varias personas, entre ellas mi pariente Abelardo Timaure, quien me  dijo: “ Upa primo, vamos a echarle pichón a la cosa”, yo me acerqué al vehículo y dándole la mano a mi citado pariente, le pregunté qué era lo que pasaba y él me contestó: “ Usted como que tiene miedo porque tiene las manos frías”, yo le dije que tenía las manos frías porque acababa de lavarme. Esta gente siguió hasta la avenida Independencia, yo me acerqué a la esquina de la Avenida Sucre. La gente corría hacia la Plaza Bolívar, uno de los tantos que por allí pasaba reconocí como Tarazona que corría en una bicicleta, con una marusa terciada y quien invitaba a los observadores que fueran ; que el GORDITO
Ricardo Perez Zambrano uno
 de los alzados de Turen, años
 depues Diputado al Congreso
había caído. En el cruce de la avenida Bolívar con la calle Peñalver había mucha gente aglomerada y de pronto hubo una dispersión, entonces observé que de una camioneta tipo Ranchera descendió el Capitán Navarro y dijo: “ No corran, no sean cobardes”. Estas palabras las pronunció con voz fuerte que permitió escucharse a cierta distancia. La camioneta cruzó hacia la Plaza y el Capitán caminaba a su lado. Luego como a los cinco minutos se oyeron unos disparos hacia los lados de la Plaza. En esto llega a mi casa el Juez Don Domingo y me dijo: “ Hoy no vamos a abrir, la cosa parece que no está muy bien y tu no vayas a estar atravesándote por las calles”. Yo le dije que estaba bien y él se regresó a su casa. Cuando Domingo se retiró de mi casa, se presentaron allí Ernesto Alvarez y Felipe Narváez, armados de machetes y me dijeron que iban para la plaza, que si yo iba a ir también, les dije que por esos lados se estaban oyendo unos disparos; que dejaran los machetes en mi casa y que fueran como observadores. Me hicieron caso, me dejaron sus armas y se marcharon. Luego yo no aguanté la curiosidad de saber que pasaba; llegué al negocio de Adelicio Suárez, allí en la acera había mucha gente; pregunté qué pasaba en realidad y el 
mismo Adelicio Suárez me dijo que el alzado era Ricardo Pérez Zambrano, es decir, que Ricardo era quien dirigía el movimiento, pero él ( Adelicio) nada sabía de eso. De allí me dirigí a la casa de mi compadre Crispín Escalona, quien tenía un radio grande, nos pusimos a buscar las noticias y en todas las estaciones sólo había música y programas ordinarios. Entonces nos pusimos a comentar de que era posible que el, alzamiento fuese únicamente en Turén y que esto podía tener malas consecuencias al pueblo. Me asomé a la puerta y vi a Loreto Riera, vecino de la cuadra, se me acercó y me dijo: “la cosa está fea en todas partes. De la Colonia están pidiendo refuerzos a Caracas, y que le contestaron que allá la cosa y que está peor…” a lo que yo le dije. “ Mire Loreto, eso es mentira, nosotros estamos desde hace rato oyendo la radio y en ninguna parte de la República se dice que está pasando algo, solamente aquí en Turén está sucediendo este asunto, eso porque lo estamos viendo, váyase para su casa y déjese de estar haciendo falsos comentarios”. En efecto, el viejito Loreto que se va a su casa y una camioneta pickup que bajaba por la Bolívar con varios Guardias Nacionales en posición de disparar y al pasar frente a la casa de mi compadre, uno de ellos dijo: “Crispin, cierre las puertas”, el compadre Crispín procedió a cerrar la bodega y yo salía para mi casa y me encerré también. Seguidamente empezó un tiroteo por los lados de la Plaza. Luego los comentarios de que: Llegó la Guardia de Acarigua. Que mataron al Negro Víctor. Que hirieron a Ruperto Chirinos y Misael Medina. Que planearon a Isabel Aranguren, José Aranguren, Justo Aranguren. Que a Rufino Mendoza lo habían sacado de su casa, casi muerto con la frente hundida de un culatazo de fusil. Que habían hecho preso a Adelicio Suárez, Alejandro Rojas y tantos otros. Después se corrió el rumor de que el pueblo iba a ser bombardeado y cuál no sería el pánico, el temor y la consternación del pueblo cuando a eso de las tres de la tarde del citado día, se oyeron los ensordecedores 
Aviación de Perez Jimenez 
Foto de referencia
rugidos de los motores de un escuadrón de aviones caza que sobrevolaban el área de la población a escasos cincuenta metros de altura de los techos de las casas. Yo por mi parte declaro sinceramente que pasé un susto demasiado grande, no tengo en mis 35 años de edad un acto con que comparar el momento vivido aquel día. El día siguiente ( 30-09.1952) fui a mi trabajo y serían más o menos las diez de la mañana, cuando frente al Tribunal se detuvo un jeep del cual descendió un Agente de la Seguridad Nacional de apellido Ojeda (a) “ Cola de Gallo”, me dijo que iba por mí, que no era culpa de él, que hablara por el Prefecto Yánez, que era quien me había mandado a detener a ver si me dejaban en el Juzgado en calidad de detenido, pero que mientras tanto tenía que pasar detenido. Me dirigí al carro en el cual me encontré con Juan Molina que también lo llevaban en calidad de detenido. El comando policial que se dividía en tres calabozos y la Sala de Banderas, también sus cuartos sanitarios, zaguán, corredores y su patio. A mi me metieron en el calabozo número dos, pues el número uno que era una sala como de 12x 5, estaba repleto. No había espacio ni para acurrucarse, en el dos metían solamente a los sospechosos. En este calabozo encontré a Antonio Molleja, quien animaba un poco a los
Iglesia de Turen en época del 
Alzamiento
demás detenidos y comentaba sobre lo ocurrido el día anterior, entre otras cosas dijo que él estaba o lo habían detenido porque era quien manejaba el jeep en el cual habían trasladado al Negro Víctor Lucena al Hospital de Acarigua, que junto a él habían ido Ernesto Alvarez y Felipe el Zapatero, pero que a éstos los habían mandado a descubrirse de la cintura para arriba y les ordenaron irse para sus casas.
A eso de las dos de la tarde de ese día, la Guardia llevó a un señor que le decían Ramonzote, quien según sus mismas palabras…” Yo no sé nada de alzamientos, yo estaba detenido en esta Comandancia por borracho, llegaron unos hombres y me mandaron a salir de calabozo, yo no quería salir del calabozo, yo no quería salir y me dijeron que si no salía me iban a sacar a plan porque necesitaban el calabozo para meter a los policías…”, entonces un Guardia le dijo: “ Está bien, entre para que termine de pagar su arresto”, y cuando dobló el lomo para traspasar la reja, le asestó tremendo planazo, que aquel fornido hombre exclamó. “ Ay mi madre”, y fue a retorcerse en un rincón, cambió de colores, se bañó de sudor y como a los quince o veinte minutos fue que habló para decir: “ Jamás en mi vida volveré a recibir un golpe como este”. Desde ese día no he visto más al llamado Ramonzote, pues como de cuatro a cinco de la tarde, momento en que me llevaban la comida, me ordenaron salir porque me iba a trasladar al Comando de la Guardia Nacional en el Centro Poblado de la Unidad 
Maria de Lourdes Diaz Freytes, "Ena"
migrante que llegada  en 1951 a Turen

Agrícola. Frente a la puerta de la Comandancia estaba estacionada una camioneta pickup, la cual estaba llena de detenidos procedentes de Píritu, entre los que recuerdo a Francisco Guillén, Angel Guillén, Francisco Gallegos, Nicolás Jiménez, Eleazar Goite Gómez, Manuel Rodríguez ( el flaco). En la entrada del Comando nos anotaron en una lista, a Goite Gómez le preguntaron que si era barbero, porque llevaba una camisola como tal, pero él contestó: “ No, odontólogo”. En el momento que desfilábamos dando nuestros nombres llegó Rafael Avilez, Jefe de la Comisión de Seguridad en Turén y le dijo al Guardia: “ A éstos me los pone aparte”. Se refería a Nicolás Jiménez y a mí, entonces el Guardia dijo: “ Bueno, que pasen derecho y pongan las manos contra aquella pared, pero Avilez le replicó: “ No, no es eso, quiero que los dejes por aquí en el corredor, que no los pases para el garaje, porque ellos tiene atenuantes”. Yo miré hacia la pared indicada por el Guardia y observé que las mismas estaban manchadas de sangre, había estampa de manos en sangre. Nos dejaron en el corredor a Jiménez y a mi; allí también estaba mi compadre Martín Cástulo Rodríguez ( Martincito) y un muchacho llamado Sótero, quien manejaba un camión de Martincito. Nos sentamos, guardando cierta distancia y sin comunicación entre sí, en el brocal del piso. Martincito me hizo una seña como preguntándome si yo tenía cigarrillos, le contesté la seña negativa, entonces él por debajo de las piernas me lanzó una cajetilla de cigarros, la cual yo me guardé en los bolsillos. Más tarde me dijo que me había pasado los cigarros para que tomara uno y le devolviera la cajetilla. Por ahí como a las ocho de la noche irrumpieron varios Guardias en el Comando. Al parecer venían de una Comisión. Todos andaban con uniformes iguales, pero uno de ellos, al parecer de mayor jerarquía, preguntó al que hacía la guardia; “ ¿ Qué pito tocan estos de aquí?”- se refería a los cuatro que estaban en el corredor- y el guardia le contestó: “ Esos los mandó a dejar ahí el Jefe de la Seguridad Nacional”.
Entonces el militar de la interrogante dijo con voz de mando: “ Ya es tarde. Aquí no se puede retener gente, páselos todos para el garaje y póngalos separados, los de Píritu en un lado y los de Turén en otro lado”. Nos ordenaron pasar al garage y nos separaron conforme indicó antes el que se hacía aparentemente superior y una vez divididos los grupos nos dijeron: “ Se acuestan todos sin chistar, sin hacerse señales siquiera y pase lo que pase, oigan lo que oigan, nadie debe moverse. Si alguno necesita tomar agua o hacer una necesaria, que levante la mano y diga lo que desea.” Al frente del garaje, sentado en una pileta pusieron a un militar con un fusil y granadas de mano, a quien sus compañeros de armas le decían : “ Carapacho”, éste renegaba y decía: “ No joda, traen a uno pa esta …, aquí no hay un carajo, aquí no hay con quien pelear, una pila de campesinos bolsas y unos pendejos del pueblo son los que están pagando esta vaina, si me siguen j… me voy a poner a echar plomo”. La noche la pasamos sin dormir, por lo menos los que estaban a mi lado, cada vez que había un movimiento lo sentíamos y en secreto nos decíamos, “ Sssh, ¿ Oiste” o “¿estás oyendo’” y calladamente nos contestábamos afirmativamente. Esa noche ( 30-09-1952) cada momento se oían tropeles en el Comando de gente que entraba y salía. También se oían de vez en cuando disparos por los alrededores. Amaneció el primero de Octubre y del piso nos levantábamos uno por uno y previa la señal impuesta para pedir permiso, para ir al sanitario, regresar y continuar acostado en el mullido colchón-el mío era una hoja de 
periódico y un viejo sombrero de fieltro que encontré sobre una silla de montar en mi cabecera- allí pasamos horas de angustia, de temor y de hambre. Nicolás Perdomo que era Ordenanza del Comando, a eso de las dos de la tarde le llevó una botella de refresco a Marticito y éste la repartió entre varios de los que allí estábamos. Por ahí como de tres a cuatro de la tarde, aviones de caza que sobrevolaban el área de la Colonia, desde los lados de la Isla, se venían en picada hacia el Comando, recto al garaje como a estrellarse contra éste o a ametrallarnos a nosotros. Tan cerca nos pasaban que Martincito dijo: “ Esos diablos como que piensan que esta vaina es para guardar aviones. Esto es para meter carros y presos”. Esta ocurrencia de Martincito causó risas a todos, pero creo que las risas se debían más al nerviosismo y al hambre que sufríamos porque lo que allí estaba pasando no era para chistes ni risas. A eso de las cinco de la tarde, momento en que llegaron unos soldados, Goite Gómez llamó a uno de ellos, algo le vio de superior y le dijo : “ Teniente, nosotros nos estamos muriendo de hambre, ni siquiera un trago de café nos han pasado”. El militar aludido dijo: “ Cómo, ustedes no han comido”, y Goite le contestó: “ Como lo acaba de oír, Teniente” Entonces el llamado Teniente dijo: “ Ya voy a mandar a traer comida”. Todos no alegramos y Goite jactándose de su valentía dijo: “ No ven, hay que apartar el miedo, el que no llora no mama”. Yo me sobé las manos y dije en mi interior “ Ya vamos a comer”. Entonces el susodicho Teniente, asomándose al garaje nos contestó: “ vayan al restaurant que preparen comida para 18 personas, que preparen para 20, es mejor”, no sé a quien o a quienes le estaba dando las órdenes. Pero seguidamente hubo un movimiento en los corredores, se oyeron voces de formación, llamaron a Martincito y le dijeron que se podía marchar, entonces yo vi pasar por el corredor del fondo al Jefe de la Comisión de la Seguridad Nacional, Rafael Avilez, le hice señas y se me acercó a mi y me dijo: “ Voy a ordenar que te pongan en libertad”. Este momento lo aprovechó Nicolás Jiménez y le preguntó que había de él y también le dijo que lo iba a mandar a poner en libertad. A los pocos minutos nos llamaron a Jiménez y a mí y nos dijeron: “ Pueden irse”., yo pregunté por el salvoconducto y me dijeron 
que fuera a la Dirección de la Unidad Agrícola que allá estaba un Teniente expidiendo este documento. En el momento en que voy saliendo en las puertas del Comando me encontré con mi compadre Martincito, le pregunté : “ ¿ Qué pasa?” y me comentó: “ Ya iba saliendo allá en la reja, pero venía entrando el Jefe de la Seguridad y me dijo que yo no podía salir todavía, que tenía que arreglar un asunto-este asunto que le faltaba a Martincito le costó ocho meses de cárcel en Barquisimeto- También en el momento que atravesaba el corredor para salir oí cuando ordenaron picar 18 cabos de mecate y recordé que 18 éramos los que estábamos en el garaje. Después que salí oi los comentarios acerca de los presos y los que fueron asesinados en la recta de Choro, entre los cuales conocía a Rufino Mendoza y Ruperto Chirinos, pero se decía que los asesinados habían sido cinco”.

Versión Acción Democratista

Este alzamiento campesino conoció como la “Masacre de Turén” donde se afirma que hubo mas de cien muertos donde hasta se dice que participo la fuerza Aérea donde bombardeo y ametrallo a la población civil, Versión dada de parte de los grupos responsables del alzamiento, con el propósito de obtener los máximos beneficios posibles desde una óptica política en la oposición; aunque después de la caída de Pérez Jiménez en 1958 se continuó usufructuando los dividendos de los muertos de esa fecha. 

Versión científica (Masacre de Choro)

Lugar Donde fue cometida la masacre
de Choro, se coloco una cruz depues
del 23 de Enero de 1958


Una  investigación metodológica fue llevada acabo por las educadoras Dexys Hernández, Obdulia Ñeri y Rosalinda  donde recopilaron información valiosa sobre este suceso Analizando el proceso político-histórico del levantamiento de Turén el 29 de septiembre de 1952 y la actuación  del partido Acción Democrática,  quienes organizan un levantamiento simultaneo en Boca de Río, Maracay, en el estado Aragua;  en Maturín, estado Monagas teniendo mayor acogida en turen En Turén ya que la dirigencia de AD aprovechó el descontento social de los campesinos de la zona debido al desalojo violento de sus tierras que venían ejecutando las fuerzas policiales del gobierno para ubicar a los inmigrantes que fueron traídos desde Europa y desarrollar el plan colonizador. en turen el único muerto es un guardia nacional Anfirio Antonio Contreras. Para las 10 de la mañana todo el movimiento había huido (entre ellos Ricardo Pérez Zambrano) o habían sido detenidos. la verdadera masacre se produce cuando los detenidos son trasladados a Barquisimeto, son fusilados en Choro (jurisdicción del municipio Esteller), Cecilio Camacho, Misael Medina, Eufrasio Chirinos y Rufino Mendoza. Se puede afirmar que se le aplicó la “ley de fuga”. Indiscutiblemente los muertos se encontraban en situación de desventaja, materialmente indefensos y son masacrados en ese sitio. Se puede aseverar, entonces, que en Turén no hubo masacre, solo un muerto producto del enfrentamiento. Pero en la Sabana de Choro si hubo una masacre con cuatro muertos, de la cual se desmiente  la versión sobre el centenar de muertos en la “Masacre de Turén” es totalmente falsa. con el propósito de obtener los máximos beneficios posibles desde una óptica política en la oposición;  después de la caída de Pérez Jiménez en 1958 se continuó usufructuando los dividendos de los muertos de esa fecha. 

Depues del Alzamiento  (en dictadura)

Una vez aplastado el alzamientos y los detenidos  repartidos 
Entrega de títulos en turen
en diferentes cárceles del país, el gobierno siguió con su plan de de traer Agricultores extranjeros a la colonia agrícola  , El presidente realiza su primera visita oficial a Turen en Abril de 1955, donde entrego los títulos que acreditaban la propiedad sobre la tierra a los inmigrantes europeos. Eran 61 hectáreas por familia, estas mano de obra agrícola extranjera convirtió  a Turen en   el granero de Venezuela. por su parte Perez Jimenez gobernaría el país 6 años mas.

Depues del Alzamiento  (en Democracia)

El 23 de enero tras un alzamiento cívico militar es sacado del 
Monumento Recién construido
poder Marco Perez Jimenez,llegando al poder el partido Acción Democrática actor principal del alzamiento de Turen, reivindicando  los sucesos de la masacre de Turen, se construyo un monumento a los caído en 1962 y le colocaron a una Avenida principal de la ciudad el nombre de uno de los promotores de dicho alzamiento que llego a ser diputado, pero la gran dificultad de sus alegato , es el hecho que depues de haber permanecido casi 40 años en el poder, no se han encontraron la osamenta de mas de 100 personas asesinadas igualmente que muchos de los detenidos están o estuvieron vivos por años, lo que se conoce como  masacre de turen no pasa de un efectivo 
Cruz Mario Matamoros preso
muerto en el asalto al puesto militar y de los ejecutados en choro, el resto ha sido exagerado por los protagonista del lado ganador de la historia, en libros como, se llamaba SN de José Vicente Abreu
,el libro La Finca Moderna, del sociólogo Luis Llambi,  otro acontecimiento interesante es que la verdadera masacre de choro no se quedo sin castigo el principal ejecutor el Sargento de la Guardia Nacional Cruz Mario Matamoros fue detenido y Juzgado por los crimen que cometió.

avenida los caobos de Araure

inauguración Avenida los Caobos Situada entre Las avenida las Lágrimas y la 5 de diciembre de Araure, la Avenida los Caobos fue inaugurada e...