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La imagen de Jaime Vargas publicada en El Imparcial, nos detalla la destrucción del templo, vista desde un Angulo interior, con la Plaza Bolívar al fondo y las puertas calcinadas. |
La madrugada del 25 de diciembre de 1964, una tragedia enlutó la ciudad de Araure, un incendio devastador consumió gran parte de la estructura de la Iglesia Nuestra Señora del Pilar, el incendio producto de un corto circuito, una vela caída o de manos criminales, destrozó el techo, las paredes laterales y algunos de sus objetos religiosos de valor histórico, los bomberos de la ciudad, sin recursos ni equipados adecuadamente, lucharon tenazmente para combatir el siniestro y luego de someterlo.Por tratarse de un día de fiesta el 25 diciembre en la madrugada había gente en la plaza, quienes corrieron la voz del siniestro, llegando mas lugareños , algunos solo llegaron a curiosear otros ayudaron a los bomberos a combatir el incendio inclusos hasta Acarigueños llegaron a ayudar, realizando un cordón de personas pasándose los tobos de agua para apagar el fuego incluso sacaron todos los enseres y hasta le dió tiempo de desmontar el retablo del altar mayor construido en 1727 , posteriormente sacaron entre escombros y cenizas lo que se pudo aún encarbonadas, mención especial merecen Jorge Ortiz Monsalve , Bernardo Azpurua, y Rodolfo Azpurua quienes desafiando el peligro de las llamas rescataron cuanto mobiliario pudieron.
Teorías y rumores del incendio
Existen tres hipótesis del origen del siniestro. La versión
del cuerpo de bomberos bajo la actuación del comandante Rumbos Güin presume que se habría originado en la nave derecha, la nave del Santísimo, por unas velas que iniciaron el fuego donde había sido construido un pesebre. Otra versión se dedicó a afirmar que fue obra de manos vandálicas perniciosas de algunos jóvenes rebeldes molestos con el cura, que después de la medianoche, lanzaron por la ventana que da a la calle en esta nave, algún elemento combustible que ocasionó la tragedia, en una actitud de rechazo por lo que habría sido una dura homilía del padre Luis Gasparini, sobre la perdición de la juventud en los extraviados años 60, en la tradicional misa de Navidad,y una tercera que fue un accidente producto de un fuego Artificial en la celebración de la navidad que entró por la ventana, todos estos rumores repercutieron a tal nivel de llegar al congreso de la república abriendo una investigación parlamentaria, pero se desconocen los resultados y el debate en la Cámara de Diputados fue considerado secreto, por lo que no quedaron registros. El proponente de la investigación fue Luis Herrera Campins.
Ruinas y restauración de la Iglesia de Araure
Como es típico de los Venezolanos de reponerse de los peores percances, ni decir del llanero que se crece en medio de las dificultades, en tan solo 48 horas de haberse producido incendio que destruyó gran parte de la Iglesia , la sociedad Araureña, se organizó y nombró una Junta pro-reconstrucciòn del principal monumento histórico de Portuguesa. Aunque fue un proceso que los feligreses tuvieron que acostumbrarse, por ejemplo el 31 en la noche recogieron los escombros y se hizo en la iglesia quemada y sin techo para mayor colmo de males estando en la misa lloviznó. en otras ocasiones se realizaron matrimonios a la luz de la luna por no tener techo y rodeados de escombros, otros se casaron en la biblioteca ya que allí, funciono la iglesia mientras la reparaban, la reconstrucción fue ejecutada por el arquitecto Graciano Gasparini logrado quien restauró el templo para su uso litùrgico y espiritual para los devotos católicos y el Monumento Histórico para los creyentes de otra fe.
El poeta humorista, periodista, escritor y publicista Manuel Graterol Santander, Graterolacho, conmovido por la tragedia de la iglesia escribió los sentidos versos , publicados en El Imparcial en su edición del 31-12-64
"Araure, mi viejo Araure,
tan cerca pero tan lejos,
tu sol de cuatro caminos
me está quemando el recuerdo
y para llorar contigo
saco el cuatro de los versos
que tiene una cinta negra
y un lazo de sentimiento
donde se enjuga una lágrima
mi corazón de bohemio
porque cuando digo Araure
digo Historia, digo suelo,
suelo regado de amor,
amor grande, amor pequeño,
amor que si digo Araure
en mi romance andariego,
digo gente de rodillas
entre las ruinas de un templo.
Noche buena y noche mala
trajo la luz del lucero
cuando el templo colonial
sintió la furia del fuego
y surgió de entre las llamas
un anónimo lamento;
llanto de velas ardientes,
rumor de gloria y de rezos,
lamparita de la fe
que estaba rogando al cielo,
espigas de Aves Marías,
promesas de niño enfermo,
Virgen de La Coromoto
acógenos en tu seno,
préstanos tu Niño Dios
para pedirle un consuelo
que Araure tiene un dolor
entre la espalda y el pecho.
Araure, el de don Julián,
Araure, el de los Moreno,
y cuando yo digo Araure,
la voz me recorre el tiempo,
corazón en una mano
que está sangrando por dentro,
luto dicen en la plaza,
junto a un Jesús Nazareno
a la Virgen del Pilar,
Reina de los araureños
como queriendo secarse
las lágrimas con el velo.
Bendiciones asustadas
entre el púlpito del viento,
reclinatorios de humo,
cenizas de llanto nuestro,
lenguaradas de candela
que rezan el Padre Nuestro.
Campana de golondrinas
le gritan al llanto entero
que es Araure el que se queja
en las ruinas de su templo
donde un Simón Bolívar
pulsó palabra y afecto
antes de llenar de glorias
la Laguna de los Muertos;
donde un José Antonio Páez
estrenó su nombre nuevo
que le pusieron en Curpa
la sabana y el estero.
Araure de la quebrada,
Araure de los Potreros
y cuando yo digo Araure
me voy quitando el sombrero
para decir en voz alta:
¡que Dios bendiga a ese pueblo!"
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Aspecto destruido del Templo |
tu sol de cuatro caminos
me está quemando el recuerdo
y para llorar contigo
saco el cuatro de los versos
que tiene una cinta negra
y un lazo de sentimiento
donde se enjuga una lágrima
mi corazón de bohemio
porque cuando digo Araure
digo Historia, digo suelo,
suelo regado de amor,
amor grande, amor pequeño,
amor que si digo Araure
en mi romance andariego,
digo gente de rodillas
entre las ruinas de un templo.
Noche buena y noche mala
trajo la luz del lucero
cuando el templo colonial
sintió la furia del fuego
y surgió de entre las llamas
un anónimo lamento;
llanto de velas ardientes,
rumor de gloria y de rezos,
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La junta estaba integrada por los miembros mas notales de la ciudades de Acarigua-Araure |
lamparita de la fe
que estaba rogando al cielo,
espigas de Aves Marías,
promesas de niño enfermo,
Virgen de La Coromoto
acógenos en tu seno,
préstanos tu Niño Dios
para pedirle un consuelo
que Araure tiene un dolor
entre la espalda y el pecho.
Araure, el de don Julián,
Araure, el de los Moreno,
y cuando yo digo Araure,
la voz me recorre el tiempo,
corazón en una mano
que está sangrando por dentro,
luto dicen en la plaza,
junto a un Jesús Nazareno
a la Virgen del Pilar,
Reina de los araureños
como queriendo secarse
las lágrimas con el velo.
Bendiciones asustadas
entre el púlpito del viento,
reclinatorios de humo,
cenizas de llanto nuestro,
lenguaradas de candela
que rezan el Padre Nuestro.
Campana de golondrinas
le gritan al llanto entero
que es Araure el que se queja
en las ruinas de su templo
donde un Simón Bolívar
pulsó palabra y afecto
antes de llenar de glorias
la Laguna de los Muertos;
donde un José Antonio Páez
estrenó su nombre nuevo
que le pusieron en Curpa
la sabana y el estero.
Araure de la quebrada,
Araure de los Potreros
y cuando yo digo Araure
me voy quitando el sombrero
para decir en voz alta:
¡que Dios bendiga a ese pueblo!"